Otro poema en la Nueva Titanomaquia
¿Estoy perdonado?
Mi padre, ya fallecido, vino a mi casa en sueños.
Hacía años que no me visitaba.
Me quiso cocinar.
Tres huevos subí a buscar al segundo piso.
Bajé la escalera, con mucho cuidado de no quebrarlos.
¿Qué significaban los huevos? ¿y tres?
¿Y que yo los guardara en el segundo piso?
Bajé la escalera con cuidado, con ellos en la mano.
Él, en el primer peldaño, me los recibe.
Ya tenía el aceite caliente en la cocina.
Cuando estaba vivo no hacíamos nada juntos.
Ahora él venía a mi casa por segunda vez.
La primera vez que vino le tuve miedo.
Él se alejó por ocho años.
Hoy vino de nuevo mi Padre a mi casa.
Yo me pregunto: ¿por qué cocinamos algo tan simple como unos huevos?
Podría haber sido algo con más status.
Y eran tres: ¿por qué los huevos eran tres?
Ese día desperté sintiendo que estaba perdonado,
que todos mis errores habían sido perdonados.
Nuevamente podría aspirar a hacer realidad mis sueños.
Ahora no quiero tener susto cuando me vengas a ver
y entres a mi casa montado en tu caballo.
Mi padre, ya fallecido, vino a mi casa en sueños.
Hacía años que no me visitaba.
Me quiso cocinar.
Tres huevos subí a buscar al segundo piso.
Bajé la escalera, con mucho cuidado de no quebrarlos.
¿Qué significaban los huevos? ¿y tres?
¿Y que yo los guardara en el segundo piso?
Bajé la escalera con cuidado, con ellos en la mano.
Él, en el primer peldaño, me los recibe.
Ya tenía el aceite caliente en la cocina.
Cuando estaba vivo no hacíamos nada juntos.
Ahora él venía a mi casa por segunda vez.
La primera vez que vino le tuve miedo.
Él se alejó por ocho años.
Hoy vino de nuevo mi Padre a mi casa.
Yo me pregunto: ¿por qué cocinamos algo tan simple como unos huevos?
Podría haber sido algo con más status.
Y eran tres: ¿por qué los huevos eran tres?
Ese día desperté sintiendo que estaba perdonado,
que todos mis errores habían sido perdonados.
Nuevamente podría aspirar a hacer realidad mis sueños.
Ahora no quiero tener susto cuando me vengas a ver
y entres a mi casa montado en tu caballo.
3 comentarios
Luis -
Poyuelito -
Y eso, créeme, te enorgullece.
La poesía es... preciosa (no hay otra palabra que la describa)
Nadie -
El soñador sueña incluso hasta el despertar...