Más poesía en la Nueva Titanomaquia
Todos me dicen que eres mala
Todos me dicen que eres loca,
hasta tú mismma me has dicho que eres mala,
pero yo percibo otra cosa:
con los que hablan mal de ti no me siento suelto,
estoy con ellos con un poquito de cuidado.
En cambio contigo no es necesario cuidarme
por lo menos cuando estamos solos en mi casa.
Contigo soy libre y tú lo eres conmigo.
Por eso cuando estamos juntos:
¡sabemos que es porque ambos lo queremos!
Cuando nos amamos,
o limpiamos mi casa,
o cocinamos,
o compramos en el supermercado,
siempre lo hacemos a medias.
Y cuando no, es porque queremos hacer algo por el otro,
porque eso nos da placer en ese momento,
sabemos que después pasarán semanas sin encontrarnos.
Entonces viviremos vidas distintas,
quizás tengamos hasta otros amores,
o intenciones de otros amores.
Pero cuando pase un tiempo nos llamaremos por teléfono,
y nuevamente estaremos riéndonos juntos,
con tu boca llena de mí en el segundo piso de mi casa.
Ruidos cotidianos
Yo tengo ruidos cotidianos cuando me siento más espiritual.
Ruidos que me hacen aterrizar,
que me impulsan a ser como la sociedad quiere que sea.
No como yo soy, no como quiero ser:
que la madre sobreprotectora,
que hay que ganarse la vida,
que hay que tener pareja formal,
que hay que ser fuerte y dominador.
Yo tengo ruidos cotidianos cuando me creo mas espiritual:
cuando me creo bueno, cuando me creo poeta, cuando me creo bello,
cuando amo, cuando llego a las alturas.
Yo tengo ruidos cotidianos que me hacen aterrizar.
A veces, no asumimos nuestros ruidos;
y construimos una realidad artificial que se vendrá abajo ante las dificultades.
Mejor cambiemos; pero asumiendo nuestros ruidos.
¿Qué cultura es ésta: la de no aceptarse?
Yo tengo ruidos cotidianos que me hacen aterrizar;
y con ellos, sigo, seguimos siendo bellos en la cotidianidad.
Yo tengo tantos ruidos en la cotidianidad
y a pesar de ellos, lucho.
Tenemos y hemos tenido tantos ruidos en la cotidianidad,
pero, a pesar de ellos, luchemos por un mundo mejor.
4 comentarios
Alicia -
difiere. El poema parte las palabras, se parte, arma y desarma melodías, tonalidades, e insiste en la repetición como técnica clave del ritmo...Hay que estar atentos como lectores a ese juego de la repetición sonora o de sentido, desmontarla, hacerla hablar. Traducir el poema será, entonces, hallar una nueva forma que, como afirma Benjamin, debe capturar el mododedecir del original, o podríamos decir, el modo de repetir del original.
Delfina Muschietti
respirando tu poesía
Ali -
Libertad, amor y creatividad absoluta.
Te acompaña mi corazón.
la de los bosques -
La mente también es un mar, los pensamientos olas.
Ali -
Una flor hecha de llama y aroma.