Blogia

La Nueva Titanomaquia. ¡Estamos vivos!

El autor opina en La Nueva Titanomaquia

 

 

(Informo que los blogs se han estado cayendo últimamente. La Nueva Titanomaquia no ha sido la excepción. Es solo un problema tecnológico.)

 

     Este enlace se actualizará periódicamente.


   - El blog “La Nueva Titanomaquia”, creado el 26 de Abril de 2008, hasta hoy 21 de Junio de 2025 tiene 35494 visitas aproximadas. -

 

 

- Estimados visitantes:
   La Nueva Titanomaquia es una muestra, presenta extractos de mi literatura y a veces de autores invitados. La verdad es que no soy un experto en informática, quizás podría sacarle más provecho a este blog, pero así está cumpliendo con la función de difundir. Creo que en nuestra sociedad hay que ser valientes para propiciar mejorías: el amor, la igualdad, no son meras palabras que han perdido sentido de tanto ser mal utilizadas. Se sustentarían en una cultura cuyo fin no sea explotar el Universo y sus recursos naturales, incluyendo al ser humano. Una cultura que no sienta que hay razas, condiciones, estados o sexos superiores a otros: que todos somos distintos sí, pero igualmente valiosos en nuestra heterogénea diversidad. Bueno, no sigo, les invito a leer. Mi literatura no está toda aquí, aspiro a que las editoriales me la publiquen en condiciones convencionales. ¡Y agradezco a mis visitantes porque van engrandeciendo con su participación La Nueva Titanomaquia!
   Saludos del autor.

 


    Pregunta: Me gustaría actualizar en estos tiempos virtuales qué se entiende por un texto inédito. ¿Es cuando no se ha publicado comercialmente? Qué pasa si apareció entre amigos o en las redes.

 

   Respuesta: “Inédito se refiere a que la obra no ha debido ser publicada de tal manera que posea el código ISBN.”

 

 

 

 

Pequeña biografía del autor

   Luis Alberto Méndez Quezada: profesor de castellano; nació en Linares, Chile, el 8 de Octubre de 1957. Hizo sus primeros estudios en su provincia natal. Luego se trasladó a Santiago, donde se tituló en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Una discapacidad visual lo ha hecho ejercer su profesión por poco tiempo; ha trabajado también como ejecutivo de cobranzas y operador telefónico.
   Escribe literariamente desde los trece años. El año 2005 obtuvo en España el Primer Premio Especial Tiflos de Poesía, por su poemario titulado “El trovador”. En Santiago participa en grupos de escritores aficionados. No se ha autoeditado; sus trabajos han sido difundidos a través de plataformas virtuales, ediciones colectivas o antologías y publicaciones artesanales.

   Cree que no se han agotado las ideas y los temas en el arte. Que los nuevos paradigmas que están inundando las ciencias sociales, deberán inundar también el arte y la cultura.

          Trabajos realizados:

1.- Poesía: “El trovador”, “Imagen del interior” y nuevos poemas.

2.- Novela fragmentaria: “Santiago Centro”.

3.- Relatos y cuentos: “El trayecto estrecho” (o “Relatos invertebrados”).

 

4.- Breve ensayo: “La Nueva Titanomaquia. El patriarcado, nuestra cultura, distintas concepciones de realidad”. 

 



Nota.- El trabajo literario del autor tiene entre otros, los Registros de Propiedad Intelectual N° 129554 (primeros textos) y 179850 (La Nueva Titanomaquia), del dominio literario de Chile.

 

Dirección electrónica del blog “La Nueva Titanomaquia”:
     https://lanuevatitanomaquia.blogia.com

 

 

 

 

Libros que quiero recomendar

   Sin duda que la buena lectura enriquece el alma; sólo quiero recomendarles dos libros que últimamente he aprendido a amar:

Ami el niño de las estrellas de Enrique Barrios (el original sin intervenciones) y

El alquimista de Paulo Coelho.

 

Ensayo en La Nueva Titanomaquia

 

La Nueva Titanomaquia

 

 

El patriarcado, nuestra cultura, distintas concepciones de realidad

 

 

 

Luis Méndez Quezada

 

 

 

 

 

 

Introducción

 

 

Siempre recuerdo una conversación que tuve con mis compañeros, acerca de La Ilíada y La Odisea, cuando cursaba el primer año de la carrera de Pedagogía en Castellano, en la entonces llamada “Academia Superior de Ciencias Pedagógicas de Santiago”. Recuerdo perfectamente a una compañera que se preguntaba:

- ¿Cómo Homero pudo escribir toda esta historia, si no veía la realidad, ya que era ciego?

 Yo no tenía respuesta para esa pregunta. “Quizás la escuchó”-; pensé.

Años después, una psicóloga me prestó un libro que hablaba sobre el “patriarcado”. Lo describía como una forma muy interesante de interpretar la realidad, la historia, las relaciones de poder y de dominación. Esta “visión” ha sido muy utilizada por el feminismo, para explicar la situación de la mujer.

Pero no había una conexión directa entre estos dos episodios de mi vida.

Con el tiempo fui descubriendo que sí la había. Me di cuenta de que el “patriarcado” valora como superior todo lo que es fálico, hacia afuera (el órgano sexual masculino por sobre el femenino por ejemplo). La realidad para la visión patriarcal, estaría por lo tanto fuera de nosotros, percibida sólo por los sentidos: vista, oído, olfato, tacto y gusto. Una persona privada de algún sentido tendría para esta visión, una percepción limitada de la realidad, por lo tanto no sería productiva: ya que el trabajo para el patriarcado es la transformación de la naturaleza, es decir, de lo externo, no de lo interno.

De éste ubicar la realidad fuera de nosotros, vendría el episodio mítico en el que Edipo se arrancó los ojos para no “ver la realidad”, arrepentido de sus involuntarios insesto y parricidio. Posteriormente casi todos los ciegos que aparecieron en la literatura fueron mendigos o personajes esperpénticos. Esta visión literaria también se dio en la sociedad real.

Pero en la antigüedad no fue así. Si bien, Edipo se arrancó los ojos para no “ver la realidad”; antes que él: Homero, Tiresias, y los aedas o rapsodas eran todos sabios, por lo tanto “veían” la realidad. ¿Qué realidad verían si eran todos ciegos? ¿La que está adentro de nosotros y se manifiesta por medio de los sueños, diría Jung?

Pero: ¿dónde se encuentra la realidad? Quizás en la suma o en el equilibrio entre ambas concepciones: la “patriarcal”, que la concibe fuera de nosotros, percibida por los sentidos; y la “matrística”, que la concibe en nuestra interioridad, y que todavía estamos aprendiendo a percibir.

Fueron estos dos episodios de mi juventud: primero aquella conversación con mis compañeros de la universidad, y luego la lectura de aquel libro que me prestaron, los que sumados a mi posterior proceso de autoconocimiento, me motivaron a escribir este ensayo. Más que el afán de comprobar hipótesis, me mueve el de invitar a reflexionar y a mirar la realidad desde distintas perspectivas o paradigmas, para que así dejemos de estar tan “encasillados mentalmente”. (Por ejemplo: “Quizás los pueblos precolombinos, africanos y asiáticos eran más desarrollados que los europeos antes del siglo XVI, porque quizás eran más felices”. Aquí, para poder estar de acuerdo con esta afirmación, tendríamos que aceptar como desarrollo el grado de felicidad alcanzado por los habitantes de un pueblo; no su avance tecnológico, bélico o cultural.)

Todo es, todo existe: al calificar algo de bueno o malo, estamos emitiendo un juicio valórico. Y estos juicios sólo son válidos en la medida en que aceptemos la escala en que fueron hechos. Lo importante es que nos demos cuenta de que hay más de una escala.

Sin duda que la ceguera, así como las imágenes, la sexualidad placentera, la reproductiva, la homo y la heterosexualidad, etc; son, existen: por lo tanto forman parte de la naturaleza. Al calificarlas de “buenas” o “malas”, estamos emitiendo un juicio valórico. Y podemos hacerlo, pero sabiendo que estos juicios siempre van cambiando, cualquiera sea la cultura en que estemos viviendo.

Al darle nosotros una connotación negativa o positiva a la ceguera, creo que estamos manejando una de las dos concepciones de realidad que hemos visto: o la patriarcal, o la matrística.

Homero quizás haya sido un símbolo.     

 

 

 

 

Capítulo I

¿Qué es el patriarcado?

 

 

El objetivo de este trabajo es demostrar que existen muchas formas de interpretar la realidad. Llamemos a cada forma distinta: paradigma. Muchas veces el paradigma no se discute. Vivimos en uno que tiene su concepción de “bien” y de “mal”, que no se discute. Este paradigma está influido por factores religiosos, culturales, etc; pero principalmente por el patriarcado.

¿Qué es el patriarcado? Sobre esta hipótesis antropológica que interpreta el desarrollo humano, se ha escrito bastante. Si miramos la prehistoria, veremos que el ser humano se diferenció del resto de los animales, en lo mucho que empezó a transformar la naturaleza. Primero descubrió el fuego, luego inventó la rueda, trabajó los metales, y así fue transformando el mundo para su comodidad. Se habla en la Biblia que al expulsar al hombre del Paraíso, Dios le ordenó reproducirse, dominar la Tierra y a todos los seres que habitan en ella; es decir, a la naturaleza.

Para cumplir con esta orden, el ser humano debió trabajar; el objetivo fue dominar y transformar la naturaleza. Las actividades agrícolas y mineras dejaron de tener un sentido de supervivencia familiar, y pasaron a tener un sentido de explotación monoproductora, dando origen al comercio. Estas prácticas nos fueron llevando a delimitar los territorios, a formar “patrias”, y ha hacer guerras.

Para realizar todo este trabajo, que en el “paraíso” no se conocía, se necesitaron trabajadores, mano de obra. Sus propios hijos fueron los primeros trabajadores de los “padres”. La única forma de tener certeza sobre la paternidad de un hijo, fue encerrando a la mujer en la casa, dando origen al matrimonio y a su dominación.

Todo este proceso se ha ido dando en forma tan espontánea, que hasta hoy muchos no nos damos cuenta de que nuestros roles son culturales, y los creemos naturales. El desarrollo humano se dio de esta manera: pudo haberse dado de otra.

Pero este dominio y transformación de la naturaleza nos trajo sí, desarrollo tecnológico: comodidad. Medios de comunicación, de transporte, hasta la computación. A pesar de eso creo que deberíamos ampliar el paradigma de lo que es trabajo. Este ya no debería ser exclusivamente transformar la naturaleza, sino también transformarnos interiormente. De esta manera detendríamos además, la destrucción medio ambiental.

Los grupos humanos que no se sintieron cómodos con este paradigma fueron dominados: pueblos no europeos, mujeres, juventud, discapacitados, etc. Y si alguien perteneciente a alguno de estos grupos se ha logrado destacar, lo ha conseguido renunciando consciente o inconscientemente a su verdadero ser, y aceptando el paradigma dominante.

“Todo nuestro conocimiento proviene de nuestra percepción sensorial”: me aseguró una religiosa católica, profesora de filosofía de la educación en mi universidad. ¿Los ciegos y los sordos tendríamos entonces una inferior percepción de la realidad? ¿O una distinta percepción? ¿Tendría Tiresias una inferior percepción de la realidad? El patriarcado nos perdona, si podemos cumplir a nuestra manera con la “orden divina”: “multiplicaos, dominad la Tierra y a todos los seres que habitan en ella”.

El ser humano, desterrado del Paraíso, ha buscado fuera de sí la “Tierra Prometida”. Desconectado de Dios o de sí mismo, no conoce su verdadero valor. Su autoimagen la forma en su infancia, con la retroalimentación que recibió del entorno en el que le tocó vivir. Por eso ha buscado la fama, el prestigio, adaptarse socialmente cumpliendo, a veces cobardemente, con las normas escritas y no escritas del sistema patriarcal. El ser humano necesita dominarlo todo, incluso a si mismo, porque no confía ni en sus impulsos.

A los hijos, cuya paternidad ha estado asegurada por la enclaustración sexual de la mujer, se los programó psicológicamente para que fuesen continuadores o aumentadores de la fama y el apellido paternos, del sistema patriarcal, más que para que fuesen felices siendo ellos mismos.

Es verdad que ha habido grandes profetas que han dado origen a religiones, pero sus seguidores no han sido capaces de cambiar este paradigma. Al contrario, lo han defendido, utilizando quizás inconscientemente, las enseñanzas de dichos profetas para este fin. Imponiéndonos como los fariseos, reglas y prohibiciones que ni ellos cumplen.

“Mirad las aves del cielo y las flores del campo”-; dijo uno de estos profetas -. “No siembran ni cosechan, sin embargo nadie se alimenta ni se viste mejor que ellas.”

Todos hemos sobrevalorado lo fuerte, lo exterior, lo material, lo racional: y todos hemos subvalorado lo débil, lo interior, lo espiritual, lo emocional. Pero si cambiáramos el paradigma de lo que es realidad y de lo que es trabajo, sería exactamente al revés.

A pesar de esto, quizás tengamos que aceptar y estar orgullosos de nuestra historia como especie humana. Para algo ha sido así, aunque no lo podamos comprender. Y utilizando la tecnología, alcanzada a tan alto costo, comencemos a mirarnos hacia adentro, a liberar nuestra autenticidad. Creo que si confiáramos en lo que realmente somos, no viviríamos sólo para sobrevivir y alcanzar la aprobación de los demás, sino también para “religarnos” con nuestro verdadero ser interior.      

 

 

 

 

 

Capítulo II

La Grecia mitológica

 

 

El objetivo central de este capítulo, es la igual valorización de lo interno que de lo externo. Sólo así, se podría asociar a lo primero con femenino, matrístico, intuicional, y a lo segundo con masculino, patriarcal, sensorial, sin que se produzca una bipolarización para el dominio de una concepción de mundo o de realidad, sobre la otra. Además, lo que aquí llamamos femenino y masculino está presente en todos los seres humanos: hombres y mujeres. También la percepción intuicional y sensorial de la realidad.

La igual valorización de lo interno y de lo externo: del vaso y del falo.

En el capítulo anterior, vimos que esto no se dio históricamente. El dominio de lo patriarcal, de lo masculino, de la percepción sensorial de la realidad, nos trajo desarrollo tecnológico. El dominio de lo matrístico, de lo femenino, de la percepción intuicional de la realidad, alguna vez como veremos luego, nos trajo desarrollo espiritual. La igual valoración de ambos paradigmas, nos traería equilibrio.

En la mitología griega, y de todos los pueblos antiguos, todo es hermoso y confuso: digno de ser estudiado con una nueva mirada. Una mirada menos enjuiciadora de creencias y mitos, menos calificadora, para que podamos entender el por qué de estas. En nuestra nueva mirada, nada va a ser bueno o malo: todo simplemente va a ser, va a existir. Dioses y diosas, demonios y demonias, simplemente van a ser, van a existir.

Las fuentes que nos llevan al estudio de la religión de los antiguos griegos, no nos dan una exactitud cronológica. Homero, el más antiguo cronista, pertenecía a la tradición oral: cantor errante cuyas canciones eran inspiradas por los dioses. La Ilíada y La Odisea, obras de carácter histórico, recogen tradiciones religiosas que probablemente se remonten hasta los años mil doscientos y mil antes de Cristo. Homero nos narra importantes noticias, reflejo muchas veces de una vieja religión de carácter preolímpico. La “Titanomaquia” pudo haber sido una transición entre una era matrística y una era patriarcal.

La “Titanomaquia” fue la lucha entre titanes y dioses, con el triunfo de estos últimos; representa el fin de la religión preolímpica, mal llamada hasta hoy por los estudiosos “demoníaca”, y el establecimiento definitivo de los dioses olímpicos. Hesíodo, sucesor de Homero, fue uno de los autores que contribuyó a este nuevo orden.

En la religión preolímpica, sin embargo, reinaron divinidades femeninas. Gea fue el principio de donde surgió la vida, principio de fertilidad. En la Grecia preclásica, antes de los grandes filósofos (Sócrates, Platón y Aristóteles), se puede percibir claramente una época de crisis o de transición entre dos concepciones de mundo o de realidad, que hoy podríamos llamar: transición desde una visión matrística de la realidad, a una patriarcal. Esto se puede comprobar con la diferencia que hay entre la religión preolímpica, llamada por los estudiosos “demoníaca”, y la religión olímpica, en donde Zeus es el “padre de los dioses”. En la primera Zeus depende afectivamente de Hera, de la cual está perdidamente enamorado, ejerciendo ella un dominio sobre él mediante el erotismo. Además, como dijimos antes, en esta visión preolímpica, o matrística, o “demoníaca”, reinaron divinidades femeninas como Gea y otras. Esta visión va a ser modificada, decíamos, después de la “Titanomaquia”.

Esta crisis que provoca la transición entre estas dos concepciones de mundo o de realidad, pero que no logra impedir que en algún momento coexistan luchando por el poder, se refleja también en la tragedia griega. En “Edipo rey” de Sófocles, por ejemplo, el profeta es Tiresias: un ciego que ve mediante sueños. Sin embargo, al final de la misma obra, Edipo desesperado: se arranca los ojos para no “ver la realidad”. Estos dos episodios, entre muchos otros, marcarían el paso desde una visión interna o femenina de la realidad, a una externa o masculina. Desde una Religión Preolímpica a una Religión Olímpica, que con el tiempo también va desapareciendo para dar paso a una religión monoteísta. Sócrates, Platón y Aristóteles, tenían concepciones monoteístas, de un dios más masculino. Ellos se dirigieron a grupos más restringidos de la sociedad. Platón renegó de Homero, y lo excluyó de su “República”.

En la época de transición, se mezclan estas dos concepciones de mundo o de realidad en hermosos mitos y leyendas: dioses y diosas, hombres, mujeres, héroes, ninfas, etc, se unen y se desunen, se aman y se odian. La literatura recoge todo esto. En la teogonía, se nos habla del origen de los “dioses”: éstos, recordemos, resultaron ser aquellos que triunfaron sobre los “demonios”, en esa gran batalla llamada “Titanomaquia”. Jenófanes de Colofón: poeta y filósofo; acabó refutando a Homero y Hesíodo, condenando el politeísmo, la “inmoralidad” de los dioses y su antropomorfismo, que consideraba como restos de una mentalidad primitiva, opuesta a la elevación de la idea de un Ser Supremo. Sin duda que este autor, ya está defendiendo los postulados que mostráramos en el capítulo anterior: el dominio y la transformación de la naturaleza por medio del “trabajo”, utilizando para ello a los hijos. Posteriormente, la función de los hijos pasó a ser engrosada primero por los esclavos y después por los trabajadores, quienes son “hijos”, simbólicamente, de amos y patrones. La sexualidad pasó a ser inmoral si no era para la reproducción.

En esta época posterior a la Titanomaquia, los escritores teatrales cómicos y trágicos introducen a los dioses en sus escenas, citando frases que aclaran algún concepto religioso. Pero algunos como Eurípides, se ríen de la mitología, considerándola supersticiosa y popular. Aquí ya se ha avanzado hacia el monoteísmo. Para el pensamiento culto, ya en la república griega, la religión del pueblo era novelesca y supersticiosa.

En este capítulo queremos mostrar que en la antigua Grecia coexistieron dos concepciones de realidad, matrística y patriarcal, y que además se dio una época de crisis y de transición, marcada entre otras cosas por la Titanomaquia. Dejando antes de esta época de crisis a la Religión Preolímpica, y después a la Religión Olímpica.

Curiosamente es la Religión Preolímpica, donde reinan divinidades femeninas como Gea y otras, donde hay “espíritus malignos” como las eríneas, donde cabe lo mágico, lo sobrenatural, la que sufre el estigma de haber sido llamada hasta hoy “religión demoníaca”. La Religión Olímpica en cambio, después de la victoria de los dioses sobre los titanes, ordena un poco las cosas, y es heredada a Roma donde va evolucionando hacia el cristianismo.

 

Religión Preolímpica (Grecia preclásica): realidad interna, femenina.

Titanomaquia: lucha que provoca la transición.

Religión Olímpica (Grecia clásica): realidad externa, masculina.

 

En la literatura griega, estas dos concepciones de realidad están mezcladas a tal punto, que a veces es difícil identificarlas y separarlas cronológicamente. La leyenda de la isla de Lesbos, los criterios opuestos que hay entre Tiresias y Edipo para sentir la realidad, y el dios Crono: que devora a sus hijos al nacer, para que éstos en el futuro no tengan más poder que él; nos hablan de una visión matrística, de una transición y de una visión patriarcal respectivamente. No hay un orden cronológico en estos relatos, quizás porque los contemporáneos a un hecho, difícilmente pueden ser conscientes de su verdadera trascendencia. Difícilmente pueden “leer” su realidad con la perspectiva que da la historia, la lejanía de la ocurrencia. La maquinaria social se mueve de manera tal, que los individuos no somos conscientes de ello.

Veamos ahora la Religión Preolímpica, la Titanomaquia y la Religión Olímpica, intentando en lo posible, cumplir con mi propósito de tener una mirada menos prejuiciosa de lo que la ha tenido la cultura hasta hoy, menos calificadora de creencias y mitos, para que podamos entender el por qué de éstas. En nuestra nueva mirada, nada va a ser bueno o malo: todo simplemente va a ser, va a existir. Intentemos ver desde otra perspectiva al Hades, al barquero Caronte. Intentemos ver al “bien” y al “mal” como dos fuerzas necesarias, que se unen, se aman y se necesitan para que haya vida: como en la electricidad, como en el átomo; con cargas negativas y positivas.

Durante la época más primitiva, llamada preanimista, impera la diosa madre: Rea. Luego, en el periodo llamado animista, aparecen seres espirituales inmateriales. Es muy importante destacar que, aún para los estudiosos tradicionales, en estas dos fases del desarrollo de las creencias religiosas, hay un principio esencial que es característica común de todos los “pueblos primitivos”: la existencia de dos principios antagónicos y complementarios.

De la unión de estos dos principios procede todo lo existente.

Se ha llamado a uno de estos principios: oscuro, húmedo, terrestre y subterráneo. Y al otro: celeste, claro, caliente y vivo. Lo cierto es que de la unión de ambos principios, surge la vida: siendo el principio celeste el fecundador, y el terrestre el fecundado.

En los tiempos pre y protohelénicos (religión cósmica o preolímpica), imperaban las llamadas “divinidades infernales”. Estas divinidades subterráneas, relegaron a las otras, que a veces también procuraban descender al mundo de los “demonios”.

El origen del Universo para los griegos fue el Caos: espacio vacío, infinito y tenebroso. Gea (Tierra) se separa de Tártaro (Infierno), y da el Caos. Eros (Energía Primordial, Montaña) y Ponto (Mar) engendran a Urano (Cielo).

El origen de los dioses fue el fruto de la unión entre Gea y Urano (Tierra y Cielo).

De esta unión nacen titanes, cíclopes, etc. De Gea más Ponto nace Nero, padre de las nereidas. De Océano más Tetis nacen las ninfas. De Crono más Rea nace Zeus. Crono trata de devorarlo como a sus otros hijos, pero Rea, que aún tiene más poder que él, lo salva y lo deja al cuidado de unas ninfas, quienes se encargan de criarlo. (No puedo dejar pasar estos dos hechos, sin hacer una analogía con otras tradiciones. En la más conocida por los cristianos, la hebrea, Yavé (Dios) expulsa a Adán del Paraíso, porque éste quería igualarse a él. Y luego Moisés, salvado de las aguas y criado por la hija del Faraón.)

Zeus creció, venció a su padre Crono, resucitó a sus hermanos siguiendo ciertos consejos de Rea, y reinó sin discusión, incluso sobre algunos titanes.

Pero los demás titanes se sublevaron y quisieron destronarlo, dando origen a una terrible lucha: la Titanomaquia. Esta terminó cuando los dioses “celestes” vencieron a los “terrestres” (demonios). Estos últimos fueron arrojados a los profundos y oscuros antros de la Tierra, donde quedaron encadenados. (Comparable a la lucha entre ángeles de la tradición judeo cristiana: en ella el Arcángel Gabriel y sus ejércitos, vencieron a Luzbel y los suyos. Luzbel había sido el ángel más bello, el que se había rebelado contra Dios.) El más feroz enemigo de Zeus fue Tifón, hijo de Gea y Tártaro.

Con el triunfo de los dioses “celestes”, Zeus pudo gobernar sobre el Universo, dando origen a la Religión Olímpica. En esta etapa, la clase sacerdotal y una parte elevada de la sociedad, se esfuerzan por sacar a algunas divinidades del mundo “inferior”, y las transforman, las ridiculizan. Los “demonios” quedan reducidos a oscuras fuerzas maléficas, a las que combaten dioses y héroes. El viejo culto de los “demonios” degenera en magia grosera y popular, desacreditándose cada vez más.

Los dioses olímpicos heredan de los preolímpicos el carácter antropomórfico. Zeus, el “dios de los dioses”, es omnipotente aunque consultaba con sus pares. La omnipotencia aumenta a medida que se pasa del politeísmo al monoteísmo. Existe un orden en el Universo: los dioses del Olimpo no lo crearon; puede reconocerse aquí, un residuo de la Religión Preolímpica.

De más está decir, que a aquello que los estudiosos tradicionales han llamado “demoníaco”, nosotros podemos asociarlo con lo terrestre, lo interno, lo femenino, lo emocional. A su vez, a aquello que ellos han llamado “divino”, nosotros podemos asociarlo con lo celeste, lo externo, lo masculino, lo racional. Recordemos también, que para todos los “pueblos primitivos”, la vida surge de la unión de dos principios antagónicos y complementarios: principio terrestre y principio celeste.

Sólo la igual valorización de ambos paradigmas creo, nos podría traer equilibrio.

Al final de este capítulo, estoy demostrando mi hipótesis. Es bastante difícil mirar la realidad desde una nueva perspectiva: primero, porque las fuentes a las que accedemos nos muestran la patriarcal; y segundo, porque nosotros también estamos acostumbrados a ella.

Terminamos el capítulo, afirmando que en la antigua Grecia se dieron dos concepciones de realidad: matrística (Religión Preolímpica) y patriarcal (Religión Olímpica). Y que además se dio una época de crisis y transición, marcada entre otras cosas por la Titanomaquia.

Invito a mis lectores a reflexionar e investigar sobre el tema. 

 

 

 

Capítulo III

La Era Equilibrada

 

 

Sin duda que todo es igualmente importante: la percepción sensorial y la intuicional; lo masculino y lo femenino; etc. Ha sido nuestra cultura la que se ha desequilibrado. Y cuando la balanza se desequilibra, hay que agregarle peso al lado más liviano para volverla a equilibrar: si esto es lo que queremos. Y esto es lo que quiero, y siento necesidad de informárselo a mis lectores. Lo que algunos, llenos de fobias, ya me han dicho: “que este trabajo es una apología de lo interno y de la ceguera”; no es más que mi humano intento de equilibrar la balanza.

Desde el punto de vista científico, una idea es verdadera cuando se ha demostrado empíricamente muchas veces, cuando se ha comprobado la hipótesis. Es importante comprobar empíricamente los fenómenos espirituales o internos. Comprobar empírica o experiencialmente la existencia de Dios, como Carl Jung comprobó la del inconsciente colectivo por ejemplo. ¿Serán lo mismo? Jesucristo, que caminó sobre las aguas e hizo otras acciones que desmienten las leyes físicas de Newton, dijo: “Si tuviereis fe y no dudareis, todo os será posible”. Propongo un ejercicio: tomemos esta afirmación como una hipótesis, y tratemos de comprobarla empíricamente en nuestra cotidianidad. Para ello pensemos en algo que queramos o estemos muy motivados de realizar. Si logramos estar seguros, “saber que es así”, sin dudar, se realizará. (Investigar en el evangelio de Mateo cap. 14, vers. 22 al 32. También en Mateo cap. 17, vers. 14 al 20. Y Mateo cap. 21, vers. 18 al 21.) 

Una verdad científica es entonces, la que se ha comprobado empíricamente. La reflexión, por muy lógica e inteligente que sea, si no se ha comprobado es especulación. Muchas veces se utiliza a la lógica para convencernos de una “verdad”; se utilizan también “analogías lógicas”: pero no se han comprobado. La filosofía es especulativa, la “Suma Teológica” también lo es. Es importante la especulación, pero igualmente lo es comprobar empíricamente lo que se ha especulado primero.

En el capítulo anterior hemos visto como en la antigua Grecia, así como en todas las culturas primitivas, se creía en un origen del Universo producto de la unión de dos principios antagónicos y complementarios. Llámense Gea y Urano, Pachamama e Inti, yin y yang, Dios y Demonio, femenino y masculino, etc. Lo cierto es que estos dos principios estuvieron en el origen. Posteriormente vimos como hubo un periodo en que predominaron divinidades femeninas. A este periodo nuestras fuentes de información lo llaman “demoníaco”. Luego hubo una gran lucha: guerra entre ángeles o Titanomaquia. Después de ella emerge nuestro sistema patriarcal, con divinidades masculinas, que ha tenido como fin la transformación y el dominio de la naturaleza por medio del “trabajo”, y que nos ha brindado tanto desarrollo tecnológico.

Según algunas corrientes psicológicas, el ser humano desterrado del Paraíso (caído), busca volver a la conciencia. Para ello hace un camino hacia el retorno. Lo interesante es que si lo logra, llegaría más maduro que antes de caer. Esto justificaría los mitos de caídas, búsquedas y despertares que hay en las distintas tradiciones religiosas, folklóricas (cuentos infantiles), literarias, etc.

¿Se desprende de todo lo que hemos visto hasta ahora, que el Universo podría marchar hacia una Era Equilibrada, con una “Pareja Divina”, que además estaría potencialmente dentro de cada uno de nosotros? Intentaremos en el resto de este trabajo, reflexionar y experienciar acerca de esta pregunta. Por supuesto que nuestras respuestas podrán ser válidamente refutadas, cuestionadas o enriquecidas, siempre que estas reflexiones y trabajos sean honestos y bien intencionados.

¿Es válida la literatura como fuente, para investigar científicamente sobre fenómenos espirituales o internos? Se ha comprobado que los mitos y los cuentos de la literatura antigua, contienen imágenes que se repiten en los sueños y fantasías de las personas actuales. A estas imágenes típicas, Carl Jung las llamó “representaciones arquetípicas”, porque parecen pertenecer a la estructura heredada de la psique colectiva. Producen a quienes las perciben, fuertes impresiones afectivas que los conectan con lo colectivo.

El lenguaje surge como, o debido a una necesidad de comunicación o de expresión del alma. Después la escritura, permite que esa expresión del alma perdure en el tiempo. La escritura es un código que “representa” al lenguaje. (La necesidad de comunicarnos nos ha llevado a desarrollar otros medios y tecnologías, que están potenciando al lenguaje y la escritura.) El ser humano necesita comunicarse por muchos motivos: uno de ellos es expresar emociones, sacar el alma hacia afuera. Esta es la motivación que ha originado el arte en general y la literatura en particular. Si la motivación que origina el arte y la literatura es: sacar, salir del aislamiento, comunicar el alma; por tanto, la literatura es válida como fuente para investigar científicamente sobre fenómenos espirituales o internos.

Hay motivos que se repiten en la literatura, pero con distintos desenlaces. El “viaje” por ejemplo, está presente en muchas obras literarias. Si bien don Quijote vuelve a casa triste y decepcionado, rindiéndose ante la “sensatez” de sus amigos; y Alsino volando hacia la estratósfera, se suicida al ver fracasado su verdadero amor. Al revés de ellos, Ulises logra regresar a Ítaca, triunfar sobre los “pretendientes” y recuperar el amor de Penélope. ¡Y qué decir de Juan Salvador Gaviota!: que después de ser expulsado de la “bandada de la comida”, hace de su exilio un viaje tan evolutivo, que finalmente es capaz de regresar a ella como Mesías. (Hay que tener valentía para mezclar estas obras en un mismo análisis, sobretodo después de haber aprendido que hay unas más valiosas o importantes que otras. Pero el motivo del “viaje” está presente en todas ellas, y aquí estamos hablando de eso.)

El motivo del “héroe” también está presente en toda la literatura de las distintas épocas y lugares. ¿Qué se entiende por héroe? ¿Qué busca el héroe? ¿Por qué hasta ahora, han habido menos héroes mujeres? ¿Y menos héroes discapacitados? ¿Y muy pocos héroes no europeos? ¿Y casi ninguno homosexuales o lesbianas? ¿Serán éstos los héroes del futuro?¿Qué harán para serlo? ¿Irán a la guerra y matarán gente, como los de la antigüedad? ¿O trabajarán para ser ellos mismos, para descubrir y crear cosas nuevas? ¿Quizás lucharán contra el calentamiento global, por el cambio global?

Todo lo que en una persona es raro, excéntrico, diferente, tiene potencialmente el valor de producir cambios sociales. Por eso hay que respetarlo, y ayudarlo cuando se sabe como hacerlo. En cambio no se produce movimiento cuando hay una tan buena adaptación social, que no hay sufrimiento personal y por lo tanto no hay búsqueda.

Últimamente en la ciencia, en algunas religiones, en la cultura, el principio femenino se ha equiparado al masculino. Uno de los más importantes símbolos femeninos es el vaso: en él deben producirse las transformaciones de la materia. Si bien las nuevas teorías ya no generalizan, reconocen la pertinencia de pensar en distintos escenarios, y que en cada uno de ellos se van construyendo distintas historias, que los resultados dependen de las perspectivas y que éstas son variables.

Pero no obstante, actualmente hay cada vez más “héroes”: personas, mujeres y hombres, que están trabajando para superar el conflicto entre su naturaleza y su programación cultural; que están trabajando para armonizarlo. Este trabajo no sería egoísta como podría suponerse, sino que al contrario es bastante colectivo. Un conjunto de personas que descubre algo nuevo, produce rápidamente en otros un efecto de asimilación, que se difunde con celeridad.

Pero los cambios duraderos no se pueden forzar ni imponer por decreto, sino que se producen al sentirlos espontáneamente. Un ejemplo de esto es cuando se inventó el “esperanto”: la intención de unificar el lenguaje en el mundo era buena, pero no pudo con la evolución espontánea de las lenguas maternas (Eso no impide que quizás alguna vez se llegue a una lengua única, pero ésta tendría que desarrollarse espontáneamente). Otra vez se intentó construir una sociedad más justa. Y así podríamos seguir enumerando “heroicos intentos” del ser humano por ser feliz.

Los cambios duraderos se producen al sentirlos espontáneamente, y podemos ayudar a que se produzcan. La “Nueva Titanomaquia” es el paso del patriarcado a una Era Equilibrada. Y como la antigua también es una lucha difícil, ya que el futuro no está escrito en las estrellas, sino que depende de nuestra acción cotidiana.   

 

 

 

 

 

Conclusión

 

 

“Soy hombre (ser humano), nada de lo humano me es ajeno” (Miguel de Unamuno).

Con este ensayo quiero mostrar parte de mi proceso, todavía inconcluso. Y si pensamos que la evolución es una flecha irreversible en el tiempo, los procesos nunca estarán concluidos. No obstante pueden lograrse grandes triunfos en el camino: y esas son las metas.

Pero para lograr esos triunfos hay que pasar por innumerables fracasos y tropiezos. Me he demorado muchos años en responder a la pregunta: “- ¿Cómo Homero pudo escribir toda esta historia, si no veía la realidad, ya que era ciego?” Quizás habría sido más fácil responder que no la escribió, porque Homero pertenecía a la tradición oral. Pero afortunadamente para mí, ya en ese tiempo no me conformaba con las respuestas fáciles.

Un fotógrafo sabe que existen muchos ángulos para enfocar un mismo paisaje, para mirar una misma realidad: y que ninguno de ellos es más válido que otro. Llamemos a cada ángulo distinto: paradigma. Muchos ingenuos han querido arreglar el mundo dentro del mismo paradigma patriarcal en que se ha movido la política, la religión y la cultura durante la Historia. En este trabajo hemos demostrado la existencia de dos principios fundamentales. La desvalorización de alguno de ellos provoca el desequilibrio: lo interno no es más ni menos importante que lo externo.

No pretendo, ni es mi obligación, hacer que todos estén de acuerdo con los planteamientos expresados en este ensayo. Sólo pretendo invitar a reflexionar, y a mirar la realidad desde distintas perspectivas o paradigmas, para que así dejemos de estar tan “encasillados mentalmente”. 

 

 

 

 

Bibliografía relacionada

 

1)      Kuhn, Thomas: La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.

2)      Feyerabend, Paul: Adiós a la razón, Tecnos, Madrid, 1992.

3)      Kuhn, Thomas: ¿Qué son las revoluciones científicas?, Paidós, Barcelona, 1989.

4)      Vergara, Delia: Encuentros con Lola Hoffmann, Ed. Antártica, Santiago de Chile, 1989.

5)      Cid, Carlos: Historia de las religiones, Ed. R. Sopena, Barcelona, 1965.

6)      Jung Carl G: Recuerdos, sueños y pensamientos, Seix Barral, Barcelona, 1989.

7)      PRIGOGINE, Ilya: Entre el tiempo y la eternidad, Alianza Universidad, Buenos Aires, 1992.

 

 

 

Registro de Propiedad Intelectual N° 179850, del dominio literario de Chile.

 

Fragmentos construyen un relato en La Nueva Titanomaquia

 

Evolución

 

 

    Yo estaba en el campo. Andaba en mi triciclo en un lugar infestado de gallinas, pollos, patos... Retrocedo y atropello a un pollito dándole muerte. Mis primos me van a acusar: es mi primera rabia. ¿Por qué me acusaron? Yo arranqué donde una tía, creyendo que mi padre me iba a castigar por mi pollicidio involuntario. Después, en mi vida, he hecho varias veces daño en forma involuntaria. ¿O he creído hacerlo?

 

    Era inicios de otoño del 83, cuando salí de mi provincia hacia la capital en tren. Traía una carta y una solicitud de ingreso, para un Hogar de Estudiantes que estaba en la calle Dieciocho. Era un Hogar Luterano y no estaba seguro de si me iban a aceptar ahí.

    El tren corría...

    Yo me estaba alejando de mi familia y acercándome a la lucha. ¿Qué buscaba? Recuerdo que el tren corría, y me sentía como Neruda cuando se vino de Temuco a Santiago a estudiar al Pedagógico. Sentía que muchos habían hecho ese viaje antes que yo, pero que lo mío era nuevo: nuevo para mí.

    El tren corría...

    Me compré una cerveza. "¿Qué va a pensar el Director del Hogar Luterano, cuando me sienta el olor?"

    El tren corría, y yo venía en busca de mi verdad…

 

    Me titulé como profesor de castellano. Busqué donde ejercer mi profesión. Hice mi práctica y algún reemplazo en liceos de Ñuñoa. Pero en parte debido a mi ceguera, encontré más fácilmente trabajo en un call center. Era una empresa de cobranzas... Éramos subcontratistas. Cobrábamos para grandes corporaciones: autopistas, Bancos, servicios de telefonía... La gente se enojaba con nuestras llamadas.

    -Buenos días. ¿Se encontrará don Juan González Tapia?

    -No lo conocimos.

    -Ah, ¿y ahora lo conocen?

    -Que no lo conocimos te dicen. ¿Me estai weando?

    Hasta que llegó la pandemia. Quebró la empresa de cobranzas. A muchos nos finiquitaron. Mis padres y tíos habían muerto. Por eso creo que esta ciudad ya me acogió…

 

    Yamilet era medio loquilla pero me ayudaba. Yo iba el lunes en la mañana al CAM de mi domicilio, a ver lo de mi cuenta de agua potable. Y ella se acercó y me tomó del brazo, iba para otro lado pero la convencí de que me acompañara. El problema era que olvidaba a cada rato para dónde íbamos, al final la llevé yo a ella. Me contó que se llevaba mal con su mamá y sus hermanas, pero que con su papá se llevaba bien, aunque él no vivía con ellas. Que tenía 24 años y estudiaba costura o algo así. Se detenía en cada cuadra para que descansáramos, ya que desde la pandemia tengo una deficiencia respiratoria.

    Yo le iba contando que en el pasado hubo una niña que hacía milagros llamada Yamilet. Pero esa niña ahora debe tener más de cincuenta años; porque eso ocurrió a fines de los setenta.

 

    Un vecino me anduvo embarrando la onda este martes, eso que era un día feriado. Ahora me da risa pero en el momento me molestó. Yo los había invitado, a su señora y a él, a sacar naranjas de mi árbol. Les di la mitad. Es que estaban altas, hubo que sacarlas con un palo. Me dijo que por qué no me volvía para mi provincia… A lo mejor andaba medio curado. Para mayor remate se llama Luis.

 

    Ayer me acompañó una señorita muy especial. Yo iba a tomar el metro en estación La Moneda y estaba cerrada debido a manifestaciones. Así que seguí caminando para buscar otra entrada. Y ella me pregunta que cuál es la entrada de Teatinos. Yo le dije más allá y me tomé de su brazo. Tenía acento extranjero y una voz un poco ronca para ser mujer. Cuando ya íbamos en el metro le pregunté y me dijo que era chileno y su nombre era Matías.

 

    Hace dos años llegó solo a mi casa. Se subía al lavamanos para que le diera agua corriente. Después empezó a pedirme comida. Yo se la compraba y a veces hasta lo dejé dormir adentro cuando hacía mucho frío.

    Ayer lo eché de menos. Hoy me llama un vecino mientras estoy en una reunión literaria por zoom.

    -Llámeme después de la una vecino, que estoy en un taller literario.

    Cuando estoy almorzando me llama y me dice:

    -Don Luis, a su gato se lo llevó una vecina al veterinario.

    -¿Por qué? ¿Acaso lo atropellaron?

    -No.

    -¿Qué vecina es para ir a buscarlo?

    -No sé como se llama, sólo sé que vive en un pasaje del frente.

    El gato ya no vuelve. Él por sí solo sabría volver. Era muy vivo y muy inteligente. Hoy le hice una oración. Mis hermanas del sur lo habían visto cuando me llamaban por teléfono; podrían haberle tomado una foto. Dicen que era muy lindo, negrito completo…

    Para los humanos el amor es dominio o conveniencia; el gato me enseñó lo que es amor sin buscar conveniencia ni querer dominar. Y sin rencores cuando lo retaban, dando su amor desinteresadamente. ¿Era más que un gato? A los vecinos les molestaba que me siguiera en la calle; por eso lo mataron.

 

    Claudia murió ace unos años. Fue antes de la pandemia. Isabel la había conocido en el call center donde trabajábamos. Cuando Claudia llegó, intentó quitarle el pololo. Es que ellos se habían conocido años antes: allí se reencontraron.

    Claudia quiso recuperar esa relación: Alberto nunca había sido su pololo, solo fueron “amigos especiales”. Cuando lo encontró emparejado con Isabel, no lo pudo soportar... Intentó recuperarlo.

    Alberto no fue honesto; jugó a dos bandas. No quiso abandonar a Isabel puesto que era su polola oficial: reconocida así por todos en la empresa. Una tarde se citaron con Claudia. Pero después de acompañar a Isabel a su transporte, al final de la jornada, no asistió a la cita. Claudia lo esperó largo rato en la estación de metro donde habían acordado.

   Después no se supo más de ella: fue despedida de la empresa. Pasaron los años y supimos que había muerto por un cáncer.

 

    “Están cerradas momentáneamente las entradas a estación Pedro de Valdivia, Manuel Montt, Salvador y Baquedano”-; informó la voz por altoparlante a la multitud aglomerada que pretendía entrar al metro.

    Era una mañana de invierno. Hacía frío pero un débil sol pretendía asomarse a través de las delgadas nubes. A pesar del inconveniente, algunas personas se daban maña para contar chistes alegrando a quienes allí nos encontrábamos.

    -Estos niños ni saben por qué protestan-; aseguró un viejo medio enojado medio en broma.

    -Oh, yo creo que sí saben-; replicó una atractiva señorita con acento venezolano.

    Por fin la puerta se abrió y todos entramos en tropel a marcar nuestras tarjetas en los validadores. Me recordé de cuando era niño en el campo y arreábamos las vacas…

    Ya en el tren mostré mi bastón para tomar un asiento. El trayecto iba a ser largo; debía llegar hasta estación Las Parcelas en Maipú. En realidad no tenía prisa, iba de regreso a casa. ¿Por qué corrí al entrar entonces? Para hacer lo mismo que hacían todos. A veces actuamos así; aunque una persona sociable es ella misma interactuando con los demás, no siguiendo al rebaño.

    -Todos seguimos al rebaño, aunque no lo queramos-; me dijo la chica que venía sentada a mi lado.

    Yo me sorprendí: parece  que me hubiese leído el pensamiento. ¿Era la misma que había hablado en la aglomeración antes de subir al tren?

    -¿Eres venezolana? ¿Cómo te llamas?

    -Ema. ¿Hasta dónde va?

    -Voy a Las Parcelas, tengo que combinar a línea 5 en San Pablo.

    -Ah, yo lo acompaño, voy a Plaza de Maipú.

    Entonces conversamos.

    -A mí me importa mucho lo que pasa en tu país-; le dije.- Pero ustedes son todos contrarios a Maduro.

    -Sí, por algo tuvimos que salir de allá… Pero hay cosas que los medios no informan.

    -¿Como qué por ejemplo?

    -Por ejemplo que Estados Unidos le ha hecho novecientas sanciones y bloqueos económicos a Venezuela.

    -Claro; eso lo sabemos pero se nos olvida porque no lo repiten tanto. En cambio repiten la delincuencia, el mismo crimen lo escuché cuatro veces en un mismo día como si fuera distinto.

    En San Pablo Ema me dio su brazo y bajamos las escaleras ya sin apuro.

 

 

LAMQ

De Relatos invertebrados

Bernardo

 

“Una mujer hermosa me va a salvar, ya van a ver”; pensaba Bernardo, mientras sufría los malos tratos de su padre, de sus compañeros de escuela, de todos: de todo el mundo. ¿Pensaba o se los gritaba? Ya no recuerda. Recuerda que se reían de él; que lo consideraban torpe, poco competitivo, “pavo”. Esa mujer era su “polola” en una vida anterior. Era adulta, mientras Bernardo era un niño; pero lo iba a esperar. Ella era sabia y poderosa; tenía el pelo largo, era muy linda. A Bernardo le daba vergüenza que cuando llegara, lo encontrara en ese estado. Despreciado por sus padres, amigos y familiares. Para ella, él no era torpe sino hermoso; no era “pavo”, sino guapo y valiente. ¿Cómo y por qué había caído en esta vida y en esta situación? Él amaba mucho a las mujeres y éstas lo rechazaban. Un día fue tanto, que pensó que su “polola”, su princesa de pelo largo, ya no lo iba a poder salvar, lo iba a desconocer. Y decidió salir a buscarla él...

Ahí creció y se olvidó de su fantasía. ¿Se olvidó? Anduvo y anduvo. Y por donde él pasaba, algún cambio se producía. A veces estos cambios parecían buenos; otras veces parecían malos. Depende de quien los mirase. Sólo eran cambios. Él hacía poco para que ocurrieran; hacía cosas pero no era líder. Su obsesión era encontrar a su “polola”. ¿Lo reconocería cuando lo viera? Sí: lo reconocería. Pero: ¿lo aceptaría?

“Necesito limpiarme”; pensaba Bernardo. “Estoy contaminado por el mundo. Ella no me va a querer así.”

Su obsesión lo impulsaba a ser mejor, a perfeccionarse. Ya no se aceptaba como era. Les había creído a su padre, a sus compañeros de escuela, a su familia. “Ella no me va a querer así. Ella no me debe querer así. La voy a contaminar yo a ella. Ella es fuerte, pero no tanto. Tengo miedo de hacerle daño.”

Desde entonces, Bernardo no se acepta como es. Trata de ser mejor, de dominarse a sí mismo. Hace yoga, religiones, psicología. Todo lo usa para que ella lo encuentre apuesto, hermoso y deseable; como lo encontraba en la otra vida, cuando era su “polola”.

¿Y si ella ha sufrido su propia caída? ¿Se aceptarán mutuamente al encontrarse, contaminados ambos? ¿Podrá el amor con esta prueba?

Narrativa en la Nueva Titanomaquia

La directora

 

Ese año se fundaría la Escuela Normal de Antofagasta. Todas las alumnas del Liceo de Niñas se inscribieron allí. Desde la hija del comerciante rico que iba a ir a Santiago a estudiar a la universidad; hasta la del obrero alcohólico que a veces era relojero, otras pintor, pero curiosamente para esa zona, nunca fue minero. Esta última se llamaba Rosa García. No pensaba estudiar después de salir del Liceo; incluso ya se había conseguido un puesto como oficial de Registro Civil.

Pero su madre, una vivaracha mujer sureña emigrante en el norte, le ordenó:

-Serás profesora.

Era el año 1945 y Chile había superado la crisis económica del 30, quizás abasteciendo de cobre y minerales a los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Los gobiernos Radicales, llamados del “New Deal”, descubrieron que tenían un país campesino con una población semianalfabeta: si querían industrializar al país, tendrían que educar a la población. “-Necesitamos formar profesores.” -; se dijeron. “Aquí cualquiera que estudie tendrá un trabajo asegurado.”

El internado era gratuito y Rosa, que vivía en la misma ciudad y habría podido viajar todos los días desde su casa, por órdenes de su madre se internó allí. Tenía mucha vergüenza cuando su padre llevó sus cosas en un carretón de mano, mientras sus otras compañeras llegaban en taxis o autos particulares.

 

Su infancia fue pobre en el norte, tan rico en minerales. Rosa recordaba cuando con su hermano tenía que ir a buscar el agua potable en tambores; luego debían llevar el tambor rodando calle abajo hasta su casa. Eran sureños, nunca dejaron de serlo en el norte. Al igual que los yugoslavos (en ese tiempo así se llamaba a los croatas), los italianos y los chinos, ellos eran inmigrantes en el norte de Chile. Sólo que venían del mismo país, pero de tan lejos: su ciudad de origen estaba dos mil kilómetros hacia el sur.

 

Ni Rosa ni sus compañeras habían pensado nunca en ser profesoras. Todas tenían sueños universitarios, o de casarse, o de cualquier otra cosa. Pero la universidad estaba en Santiago, y en 1945 mil quinientos kilómetros de distancia eran mucha cosa, mucho más que ahora. Por eso en el primer día de internado se encontraron allí todas las ex compañeras del liceo.

-¡Hola chiquillas! -; gritaban todas en algarabía juvenil, casi adolescente aún.

¿Por qué digo todas? ¿No habían allí futuros profesores hombres? Creo que sí, pero estaban en tan abrumadora minoría que ni se los mencionaba.

En esos dos años de estudio conocieron las artes y las ciencias; quizás someramente pero todas. Es que después tendrían que enseñar todas esas asignaturas. Esta holística formación las hizo más humanistas. Debieron aprender a tocar algún instrumento musical, hacer deportes, saber matemáticas, literatura, dibujo, ciencias naturales, historia, etc. Viajaron por gran parte del país en giras de estudio, sin pagar un cobre, incluso fueron hasta el sur del Perú.

Pero los fines de semana Rosa debía volver a la casa de sus padres. Ahora se daba cuenta de que eran pobres.

 

Cuando se tituló, como primer destino eligió la ciudad de Tocopilla: allí le pagarían “zona”. De su primer sueldo extrajo lo suficiente para pagarse la pensión, un poco para sus gastos personales: el resto lo envió todo en un giro a sus padres.

 

Pasaron los años y la familia de Rosa volvió al sur. En realidad, sólo las mujeres de la familia volvieron. A los hombres los dejaron abandonados en el norte. Con el tiempo supo que su hermano ya casado, se había hecho carabinero. Y que su buen mozo padre había muerto borracho en algún bar de Antofagasta.

A él nunca lo volvió a ver; a su hermano sí, dos o tres veces.

 

Cuando Rosa volvió al sur, viajó asustada. En realidad los sureños eran sus padres; ella y sus hermanos sólo conocían el mar y el desierto. Eran muy niños cuando habían emigrado.

El viaje entre Antofagasta y Santiago en avión fue muy agradable. Pero de Santiago al sur estaba lloviendo. Rosa miraba sorprendida por las ventanillas del tren: los niños corrían descalzos chapoteando por el agua y el barro. ¡Y parece que se divertían! ¿Así de salvajes iban a ser sus futuros alumnos?

Corrían por su ventanilla las ciudades de sus antepasados: Curicó, Talca, Linares. Chillán, donde había nacido. Curiosamente ella no conocía la ciudad donde había nacido.

 

Fue destinada a una escuela en un pueblo semi rural. Dejó a su madre y a sus hermanas en una ciudad, en la casa que les arrendó, y se fue a trabajar.

Los gobiernos del país se sucedían; de todos los colores. Posteriormente ella fue trasladada a un campo, para que fuera Directora de una nueva escuela que se estaba creando allí. En ese lugar conocería a su futuro esposo y padre de sus hijos. Aunque quizás ella no quería que fuese así, curiosamente él se parecía mucho a su padre.

Para ese entonces Rosa ya era conocida por todos como “la señora Directora”.

 

 

L M Q

Taller literario de la Nueva Titanomaquia


Taller de Autobiografía

Prof. Luis Méndez Quezada


- Objetivos generales:
- Habilitar a las personas para conocerse a sí mismas y valorarse, además de mejorar su expresión escrita.
- Proporcionar al participante las herramientas para mejorar su ortografía y redacción.

- Objetivos específicos:
- 1.- Los alumnos / as aprenderán a aceptar su historia personal, para así después poder mejorar su presente si lo desean.
- 2.- Aprenderán a expresarse por escrito, con belleza literaria.
- 3.- Desarrollarán con esta actividad muchos aspectos de su personalidad.
- 4.- Serán capaces de escribir sin grandes faltas de ortografía.
- 5.- Manejarán conceptos básicos de lingüística como la evolución del lenguaje: “la Academia no impone el uso, sino registra el que se está usando y sus cambios”.


La dinámica de estos talleres será sucintamente la siguiente:

- Las sesiones serán de noventa minutos y se realizarán una o dos veces a la semana.
- Primeros quince minutos de cada sesión: lectura. El profesor motivará a los alumnos para que escriban sobre un tema autobiográfico determinado, leyéndoles un texto de autor referido a dicho tema.
- Segundos treinta minutos: escritura. Cada alumno(a) escribirá un texto literario libre (poema, cuento corto, prosa poética, etc.), relacionado con el tema de la lectura motivadora, pero referido a sí mismo(a).
- En los últimos 45 minutos se leerán voluntariamente algunos de los textos escritos. Luego los comentaremos y criticaremos entre todos.
- A fin de año se hará una lectura pública de los mejores trabajos del Taller, y si es posible, una publicación de ellos.
( - Para las personas que lean esta actividad por Internet: se puede realizar individual o colectivamente. Respetar las tres fases: lectura motivadora, escritura propia y finalmente el análisis y / o lectura pública.)
- Esta tercera fase es muy importante, puesto que es la más sociable.

Temas autobiográficos para las lecturas motivadoras:

- 1.- Mi primer recuerdo
- 2.- Mi viaje
- 3.- Mi amor más importante
- 4.- Mis ritos y ceremonias
- 5.- Mis miedos
- 6.- Mis heridas
- 7.- Mis vicios y adicciones
- 8.- La carta que no había escrito
- 9.- Mis juegos de infancia
- 10.- Mi cumpleaños número ...
- 11.- Mis supersticiones
- 12.- Hay un personaje extraño en mi familia
- 13.- La naturaleza y yo
- 14.- Mis duelos
- 15.- Mis proyectos de vida


Temario de ortografía

1. Concepto de Ortografía: historia de la evolución de todas las lenguas vivas. De esa evolución resulta la ortografía actual, que también está evolucionando (concepto lingüístico).
Concepto de Redacción: No existe una forma perfecta de redacción, lo importante es ser honestos y no caer en incoherencias.



Tema I

Mi primer recuerdo
(Primera lectura motivadora)

Yo estaba en el campo. Andaba en mi triciclo en un lugar infestado de gallinas, pollos, patos... Retrocedo y atropello a un pollito dándole muerte. Mis primos me van a acusar: es mi primera rabia. ¿Por qué me acusaron? Yo arranqué donde una tía, creyendo que mi padre me iba a castigar por mi “pollicidio” involuntario. ...(continúa)



Ortografía y Redacción
La evolución del lenguaje

Concepto de Ortografía: historia de la evolución de todas las lenguas vivas. De esa evolución resulta la ortografía actual, que también está evolucionando (concepto lingüístico).

El lenguaje está vivo, como toda la cultura. Eso quiere decir que evoluciona o se transforma constantemente (Al igual que el folklore, las costumbres, las ciencias, etc.).
El español actual procede del latín vulgar que se hablaba en las provincias hispánicas del imperio romano. Del latín vulgar proceden también el italiano, el portugués, el francés, el rumano y otras lenguas más locales como el valenciano, el catalán, el gallego y múltiples variedades del italiano y del francés. Si bien nosotros estudiaremos las reglas ortográficas actuales del español, aceptadas por la RAE (Real Academia Española de la Lengua), debemos tener en cuenta esta verdad.
La RAE en realidad, no dicta normas. La RAE está atenta a los usos del idioma, y cuando estos usos cambian notoriamente, los registra.
Es entretenido descubrir que la h alguna vez fue f. Que nuestro fablar era así. Que el fierro pasó a ser hierro sólo con los siglos en España. Que en Portugal se le siguió llamando filio al hijo y se siguió diciendo agora en vez de ahora. Que en Italia algo caro era algo muy querido, mientras que en España era algo que costaba mucho dinero.
La h entonces, o la v o la b, no están puestas ahí porque a alguien se le ocurrió que eso era lo correcto. Son el producto de una evolución histórica.
Tal vez alguna vez la evolución haga que desaparezca la h, tal vez con la globalización se esté produciendo un fenómeno opuesto al que se produjo antaño. Antiguamente surgieron muchas lenguas desde el latín; quizás hoy desde muchas lenguas surgirá una sola global. Quizás con el crecimiento de la televisión y de la Internet, habrá un lenguaje más homogéneo liderado actualmente por el inglés o el chino mandarín. Pero esto es sólo especulación.
Lo concreto es que estudiaremos la ortografía del español actual, aceptando que todo siempre está cambiando, está evolucionando espontáneamente. ¿Hubo obscuridad o hubieron oscuridades?
Espero que la luz nazca de este estudio.


Tema II

Mi viaje
(Segunda lectura motivadora)

Era inicios de otoño del ochenta y tres, año en que empezaron las protestas, cuando salí de mi provincia de Linares hacia la capital en tren. Traía una carta y una solicitud de ingreso, para un Hogar de Estudiantes que estaba en la calle Dieciocho. Era un Hogar Luterano y yo no estaba seguro de si me iban a aceptar ahí, puesto que no pertenecía ni pertenezco a esa religión.
El tren corría...
Yo me estaba alejando de mi familia, me estaba alejando de las desaprobaciones y acercándome a la lucha. ¿Qué buscaba? Buscaba libertad: individual y colectiva. Reivindicación. Realización. ¡Todavía las busco! Recuerdo que el tren corría, y yo me sentía como Neruda cuando se vino de Temuco a Santiago a estudiar al Pedagógico. Sentía que muchos habían hecho ese viaje antes que yo, pero que igual lo mío era nuevo: nuevo para mí. Buscaba mi realización personal: el amor. Y la libertad política de mi país, que nunca ha existido totalmente, pero en ese tiempo menos que nunca...
El tren corría...
Buscaba la espiritualidad verdadera: la que hasta entonces conocía era célibe, enemiga del amor físico que consideraba un pecado. ¡Yo quería una espiritualidad con mujer! Me buscaba a mí mismo en unión con los demás, integrado, pleno, en armonía. ¡Todavía me busco!
El tren corría...
El tren corría y yo llevaba una frazada amarrada con un cáñamo, una radio a pilas, y mis escritos... Me gustaba escuchar la radio a pilas, porque a medida que aparecían y desaparecían las ciudades, aparecían y desaparecían las emisoras que transmitían desde ellas. Ahora no es así, porque hay cadenas satelitales: todo es una misma transmisión. Creo que una mezcla de lo antiguo y de lo moderno sería lo mejor: lo local y lo global enriqueciéndose mutuamente, no anulándose.
El tren corría...
Me compré una cerveza. "¿Qué va a pensar el Director del Hogar Luterano, cuando me sienta el olor?"
El tren corría, y yo venía en busca de mi verdad...


Ortografía y Redacción
Concepto de Redacción

No existe una forma perfecta de redacción, lo importante es ser honestos y no caer en incoherencias.

Escribir mucho: es la única forma de aprender a redactar.
No importa equivocarse; que tu lenguaje sea sincero, no la imitación de otros autores.
En este curso, cada lectura motivadora está destinada para que escribas un texto propio. Un texto libre sobre el tema que trata la lectura motivadora, pero referido a ti mismo(a), a tu propia vida, a tus propias experiencias.
¡A trabajar!



Tema III

Mi amor más importante
(Tercera lectura motivadora)

- ¿Quiere transformarse? -; me preguntó con voz tenue.
Yo quería, pero tenía miedo: miedo de la felicidad.
- ¿Quiere transformarse? -; me preguntó.
Ella era como Rapunzel: la princesa que guía al ciego por el bosque, y le abre los ojos con un beso. A mí me habían enseñado que no debía aceptar, que no debía ser feliz. Que debía mantener mi condición social, que debía buscar parejas iguales que yo, del mismo nivel: del mismo nivel en todos los sentidos.
- ¿Quiere transformarse? -; me preguntó.
Yo quería, pero le dije que no. Ella se creyó rechazada, pero fui yo quien me rechacé a mi mismo. En ese atardecer en el centro de Santiago, todo lo que era alegre se puso triste. ¿Quién me había enseñado a rechazar mi felicidad?: ¿mi papá, una tía solterona, una cultura pesimista? Otras veces el amor había resultado, pero esta vez era la más importante.
- ¿Quiere transformarse? -; me preguntó.
Estaba vestida de blanco. Tenía el pelo muy largo. ¡Era hermosa! No pudo ser; pero sigo creyendo que otra mujer como ella, me preguntará alguna vez:
"- ¿Quiere transformarse?"
Esta vez le diré que sí; aunque el espíritu de mi padre, de mi tía, de la cultura dominante, me digan: "Dile que no, porque no debes cambiar de estado". Yo le diré que sí, porque es lo que quiero hacer. Porque es lo que mi naturaleza quiere. Entretanto seguiré viviendo, amando a veces, intentando luchar por mí y por una sociedad mejor. Hasta que llegue el día en que una mujer de pelo largo, vestida de blanco, me pregunte:
"¿Quiere Transformarse?"
Esta vez le diré que sí, y con un beso de amor, ambos abriremos los ojos.




Ortografía y Redacción

Antes de empezar con las letras cuyo uso se presta a confusión, quiero acotar algo acerca del alfabeto español. Nuestro alfabeto actualmente tiene 27 letras, pero hasta 1994 tenía 29. La Ch y la Ll se reintegraron a la C y a la L respectivamente (Esto es, para ordenar alfabéticamente; no hay cambios en la pronunciación ni en la escritura).
¿Por qué dije “se reintegraron”? Porque antes de 1803 también era así. Fue nuestro periodo moderno, mayor parte de los siglos XIX y XX, quien conoció a la Ch y a la Ll como dos letras separadas.

Letras cuyo uso se presta a confusión
Uso de B y V

Fonéticamente, la B es labial y la V dental (esta última pronunciación ya está desaparecida).
Actualmente el grafema B tiene exactamente el mismo valor fonético que el grafema V (Se pronuncian igual, si bien no siempre fue así.).
Se conserva generalmente la distinción puramente por razones históricas o etimológicas.
Puedo decirles no obstante, que se utiliza siempre V después de N. Ejemplo: convivir, conversar, convertir, convento, etc.
También se utiliza siempre B después de M. Ejemplo: tambor, también, combo, combate, etc.
Pero ya lo he dicho antes: aquí hay un tema de etimología, de evolución histórica. Y la evolución casi siempre es espontánea.
¡La mejor regla para tener una buena ortografía es leer mucho!




Tema IV

Mis ritos y ceremonias
(Cuarta lectura motivadora)

En tiempos de la dictadura militar que derrocó a Allende, dictadura dirigida por Pinochet pero promovida por el gobierno de Nixon: ¡pertenecer a la iglesia católica chilena era peligroso! Una gran parte de ella se transf ...(continúa).


Ortografía y Redacción

Letras cuyo uso se presta a confusión
Usos de C, S y Z

La ortografía del español ha sufrido escasas modificaciones desde la publicación por parte de la RAE, de la “Ortografía de la lengua castellana”, de 1854. Hasta hoy se han aplicado criterios a veces fonológicos y a veces históricos o etimológicos, lo que ha dado origen a un sistema híbrido.
Por esta convivencia de los criterios etimológicos y fonológicos, no puede haber reglas absolutas.

No obstante puedo decir a modo de curiosidad que se escriben con C:
Las palabras que terminan en ancia/o, encia/o, uncia/o. Las únicas excepciones son ansia, Hortensia ...

(Continúa este texto y también todo el Taller.)


Las diosas se incorporan a la Nueva Titanomaquia

Escribe Germana de Argentina (Ma Deva Aja), una hermana del bosque.

“Diosas oscuras”


Amada, Aliada, Alada CONCIENCIA
una aproximación a la Circe, Penélope o Calipso

Anochece
buen momento para jugar con lo Oculto
para descubrir las Diosas Oscuras, dormidas, olvidadas en la Sombra
traerlas a la luz demanda coraje para enfrentar lo que nunca quisimos ver y energía para transformarlas en aliadas y a cambio obtener su Poder, sus Secretos...
cuántas de ellas habitan en mí, cómo son esos rostros que nunca me atrevía a mirar y pienso si me animaré a descender a ese mundo subterráneo de miedos
y limitaciones pero a la vez lleno de sabiduría, del cual no podré escapar si deseo realmente unir los fragmentos de mi misma y el riesgo es perderse allí,
sin encontrar la salida del laberinto o peor aún no poder abrazarlas para traerlas a la luz, no poder integrarlas dejando que me devoren.
Pero el riesgo siempre existe y es lo que alimenta la magia de las batallas personales. Entonces me encuentro con ellas en la noche del solsticio.

Lilith la mas antigua mujer, divinidad alada, espíritu del viento
Lilith la que huye, la que siempre se va
Mi Lilith es libre y esto asusta a aquellos que no la conocen
en su vuelo se refleja lo femenino más profundo que no puede ser sometido por nada ni por
nadie.
Lilith la tentadora, la que nos incita a ir más allá de nuestros límites, la transgresora, la que me hace preguntar cuánto podré alejarme de mi sin traicionar
lo que realmente soy
Lilith me lleva por el filo de la oscuridad y de su mano aprendo a andar a tientas, avanzo, dejo de mirar hacia atrás.

La noche del tiempo, tiempo circular y eterno, siempre el mismo instante detrás nuestro, siempre el mismo instante por venir.
Y ahora estoy en Avalon, junto a Morgana, bruja perversa y hechicera, curadora de todas las heridas, marginada por su fortaleza, condenada por su sabiduría.
Morgana
lo femenino se vuelve dureza, su poder reside en sobreponerse a todas las pruebas, a todos los golpes de la vida, junto a ella visito la isla de Avalon,
el cielo de Arturo, el eterno sitio donde las heridas se sanan con amor incondicional, reino interior donde regreso en busca de calor..

Diosas oscuras, perdidas, olvidadas, temidas, muchos caminos recorremos para deshacernos de ellas pero es en vano
la mirada de la Noche se necesitará siempre, para iluminar los cielos del Alma, para festejar el regreso de la Luz....

Otro poema en la Nueva Titanomaquia

¿Estoy perdonado?


Mi padre, ya fallecido, vino a mi casa en sueños.
Hacía años que no me visitaba.
Me quiso cocinar.
Tres huevos subí a buscar al segundo piso.
Bajé la escalera, con mucho cuidado de no quebrarlos.
¿Qué significaban los huevos? ¿y tres?
¿Y que yo los guardara en el segundo piso?
Bajé la escalera con cuidado, con ellos en la mano.
Él, en el primer peldaño, me los recibe.
Ya tenía el aceite caliente en la cocina.
Cuando estaba vivo no hacíamos nada juntos.
Ahora él venía a mi casa por segunda vez.
La primera vez que vino le tuve miedo.
Él se alejó por ocho años.
Hoy vino de nuevo mi Padre a mi casa.
Yo me pregunto: ¿por qué cocinamos algo tan simple como unos huevos?
Podría haber sido algo con más status.
Y eran tres: ¿por qué los huevos eran tres?
Ese día desperté sintiendo que estaba perdonado,
que todos mis errores habían sido perdonados.
Nuevamente podría aspirar a hacer realidad mis sueños.
Ahora no quiero tener susto cuando me vengas a ver
y entres a mi casa montado en tu caballo.